Comprar un coche es una decisión tan importante como difícil, ya que además de la diversidad de marcas y modelos, cabe preguntarse si es preferible optar por un coche de segunda mano o nuevo. Para echarte una mano, ¡aquí tienes las ventajas de cada una de las opciones!
La compra de un vehículo es un paso hacia la libertad y la independencia, al poder recorrer grandes distancias con comodidad y sin depender de nadie, tanto para la salida como para la vuelta. Pero a la hora de elegir uno, hay que tener en cuenta diversos aspectos, como por ejemplo la frecuencia con la que lo vamos a utilizar, el tipo de trayectos, las necesidades de tamaño y el presupuesto con el que contamos.
Este último es determinante cuando nos planteamos si optar por un coche de segunda mano o nuevo, ya que el precio es la principal diferencia entre ambos. Con esto claro, ¡vamos a conocer las ventajas que te ofrecen!
Puesto que un coche nuevo nunca se ha utilizado, las ventajas que ofrece son evidentes. Se encuentra en perfecto estado, con la pintura impecable, las piezas intactas, sin vicios ocultos y con una garantía de que funciona correctamente. Pero, además de esto, cuenta con ese olor a nuevo tan característico y atractivo.
No hay duda de que, ante cualquier imprevisto, siempre se podrá acudir al concesionario donde se adquirió y solicitar una reparación que quedará cubierta por la garantía. Sin embargo, a cambio de disfrutar de ese estado impecable, el precio es bastante superior a los vehículos de segunda mano. Esto quiere decir que, si el presupuesto del que dispones es lo que te limita o el factor determinante, quizás deberías plantearte optar por un coche de segunda mano.
Escuchar que algo es de segunda mano y que además se vende suele hacernos sospechar acerca de su estado de conservación. Pero hay que tener en cuenta que los motivos para la venta pueden ser muchos, y que no tiene por qué deberse a que el coche tiene algún problema.
Por ejemplo, la llegada de un nuevo miembro de la familia requerirá de un tamaño mayor; una situación financiera favorable permitirá pasar a un coche de gama alta, o una simple falta de uso son razones por las que alguien puede decidirse a vender.
En cuanto a las ventajas, en primer lugar, el precio es muy inferior, ya que desde que sale del concesionario el valor se ve reducido. Pero, además, al tratarse de un modelo que ya estaba en el mercado, te ahorras los defectos de fabricación que suelen surgir al cabo de un par de años. Por otra parte, puedes informarte de antemano sobre cuáles son los fallos más comunes en la marca y modelo que estás pensando adquirir, y así hacer una valoración sobre seguro.
Otras ventajas son un impuesto más bajo que en los vehículos nuevos y una garantía legal como coche de segunda mano que te cubre los primeros seis meses. Este plazo de tiempo suele ser más que suficiente para sacar a relucir aquellos fallos que no vimos en un primer momento.
