Los amortiguadores son uno de los elementos principales del sistema de suspensión de un vehículo. Este influye directamente en la seguridad, y su función es la de absorber las irregularidades de la carretera para que no se pierda el control de aquel, y garantizar la estabilidad. Para evitar imprevistos, ¡te contamos cuándo cambiar los amortiguadores de tu coche!
Los amortiguadores trabajan junto al ABS y el control electrónico de estabilidad o ESP. Cuando los primeros fallan, los sensores también pierden eficacia, y esto puede suponer un riesgo muy alto. Junto a los neumáticos y los frenos, forman un conjunto de seguridad, e influyen directamente sobre la frenada y la estabilidad del vehículo, especialmente en las curvas o cuando se circula a velocidades muy elevadas.
Por otra parte, cuando se encuentran en mal estado, se acelera el desgaste del resto de piezas que forman parte de la suspensión. Pero, además, la distancia de frenado aumenta más de un 30%; una cifra que en determinadas situaciones podría provocar un accidente. Entonces, ¿cuándo cambiar los amortiguadores para no correr riesgos innecesarios?
Existen multitud de factores que son determinantes a la hora de decidir cuándo cambiar los amortiguadores de un coche. Como, por ejemplo, el estado de las carreteras por las que se circula, la carga o el número de pasajeros que suela llevar el vehículo, la distancia recorrida o kilometraje, la humedad ambiental y los cambios de temperatura. Con el paso del tiempo, todos ellos afectan a su funcionamiento y a su estado de conservación.
De acuerdo con los expertos, se recomienda hacer una revisión cada 20.000 km como máximo, aunque lo ideal es que dicha revisión forme parte del mantenimiento anual del coche. Puesto que el desgaste no es visible, no es posible establecer un momento exacto para saber cuándo cambiar los amortiguadores; será diferente para cada vehículo. No obstante, suele producirse entre los 65.000 km y los 90.000 km.
Asimismo, se recomienda que al hacer el cambio este sea por ejes. Es decir, que los amortiguadores del eje delantero se cambien a la vez. Y lo mismo con el eje trasero. De lo contrario, la firmeza no será la misma en cada lado y el coche irá descompensado.
Aunque hemos dicho que no hay un kilometraje exacto para saber cuándo cambiar los amortiguadores, sí que hay algunas señales que pueden indicarnos que ha llegado el momento de hacerlo. A continuación, te dejamos las principales:
